Race Direction: El descalificador que se descalifica

Mucho se ha hablado últimamente sobre Race Direction en MotoGP, mucho, muchísimo, pero la tendencia, imaginando incluso hashtags en Twitter, memes y curiosidades varias, es que se extrapole a otros campeonatos.
No hay que perder de vista que lo que se hace en los dos campeonatos más relevantes de motociclismo a nivel mundial pasa directamente a otros campeonatos «menores», por simpatía o porque intentan adaptar sus contenidos para de esta forma poder dar visibilidad a los pilotos que en ellos participan, logrando de esta forma su propia fórmula de éxito proclamándose como «es último escalón antes de…».




Quiero dejar bien claro y desde el principio que este artículo no pretende excusar a nadie. También quiero dejar bien claro que el piloto que me ha llevado a dedicar la Cámara Lenta de esta semana me cae bien, como aficionado que soy a las motos. Me parece un deportista con mucho tesón, mucho talento y que pudo haber sido ya Campeón del Mundo; quién sabe si lo será algún día. Claras ambas cosas, recordemos qué es lo que ocurre en la carrera 2 de la ronda argentina del WorldSBK. Tras la salida, Baz y Bassani se enzarzan en una lucha por no descolgarse de la cabeza, rodando entre la 4ª y 6ª posición. En una curva a derechas y tras varios adelantamientos, Bassani toca a Baz y este se va al suelo. Durante el arrastrón, Loris le dedica un gesto «amable» a Axel, comunicándole con su mano derecha a dónde se puede ir cuando termine la carrera y qué parte del cuerpo sería la más afectada una vez emprendido «el viaje»…








La cuestión es que Race Direction, ni corta ni perezosa, entra en acción, total, están para eso, ¿no? Empezaba una «investigación» para ver lo que todo el mundo había visto, eso sí, ellos con muchas más cámaras y puntos de vista que los simples mortales que estamos en casa viendo las carreras por donde podemos o nos dejan (ya me he dado de baja de DAZN). Tras analizar pormenorizadamente el ángulo alcanzado por el dedo corazón de la mano derecha de Baz, Race Direction determina que, efectivamente, es un «vete a tomar por trialalá» en toda regla y decide imponer una multa de 1.000 «lerus» a Loris y penaliza a Bassani con una long lap por conducción irresponsable.
La reacción de Loris Baz ante esta decisión es la que sigue:
Today’s feeling.
Acceptable superpole race.
Taken out in race 2! 🤷🏻♂️
Thanks to my guys for all the hard work!
PS: a finger cost 1000€ according to FIM wonder how much their mistake for no red flag yesterday could have cost 😂😘 pic.twitter.com/M31atkq8xh— Loris baz (@lorisbaz) October 23, 2022
Como él mismo dice, durante el día anterior hubo, una vez más, una situación que debió ser merecedora de bandera roja, pero así no lo estimó Race Direction y es lo que expresa Loris, un dedo arriba 1.000 €, pero, ¿quién penaliza a los que, sistemáticamente, ponen en peligro a unos pilotos y comisarios que llegan a pedir desesperadamente, mirando a cámara (recordemos Australia MotoGP), que se pare la carrera?
La arbitrariedad de las personas que están en dirección de carrera es clamorosa, no existen pautas claras de actuación y las decisiones son tan caprichosas como variadas. Tal es el desaguisado que existe actualmente que incluso una penalización creada por ellos, la famosa long lap, castiga más en un circuito que en otro, restando el valor de ecuanimidad que debe existir cuando se impone una sanción a acciones similares.
Llevo muchos años viendo carreras y percibo un descontrol total y absoluto. Los comportamientos en pista están descontrolados, el que hoy dice que «se caga en todo por que le entorpecen pilotos que van parados esperando rueda», mañana es el que espera en pista a que otro tire de él, parrillas supersaturadas de motos exactas que «prometen espectáculo pues todos llegan a la primera curva queriendo ser el primero», adelantamientos asumiendo la salida de pista del piloto al que se adelanta con total normalidad. Este no es el deporte que me enamoró de joven. Antes se azuzaban y bien, pero era distinto, el respeto se sentía, se percibía; ya no lo hay.




Ante todo esto, tenemos una dirección de carrera que obedece más a los designios de la cifra de audiencia que a la propia función que se le ha de exigir al organismo en cuestión. Dirección de Carrera dirige la carrera, ellos llevan la batuta y la responsabilidad de cualquier circunstancia en pista es suya. Vístanlo como quieran, pero si las cosas que están sucediendo suceden, es porque no hay una dirección de carrera que haga las cosas como se deberían hacer:
- Decisiones iguales ante acciones iguales
- Riesgo en pista cero ante cualquier suceso que ponga en peligro a cualquiera que esté en circuito o zonas cercanas (comisarios)
- Comunicaciones claras a pilotos y equipos, ANTES de la competición y durante el transcurso de esta
Estas premisas a sumar a las funciones de control previo de cumplimiento en el reglamento técnico, etc…
Visto cómo están las cosas, el que un piloto le haga a peineta a otro, qué quieren que les diga, me resulta hasta anecdótico. Me preocupan más los fémur rotos con posibles secciones de arteria, comisarios mirando a cámara agitando brazos, pilotos fallecidos, motos en medio de la pista y un largo etcétera que todos hemos visto y vivido en los últimos tiempos. No excuso a Loris Baz, pero bien podríamos ser muchos los que nos hiciésemos esa misma foto dedicada a todo aquel que, lícitamente, ve en esto algo más que un deporte, pero que, precisamente, se olvida que en origen y sobre todo es eso, un DEPORTE.
1000 euros por un dedo, nada por un riesgo de muerte. Política metida en carreras de motos. El final de l espectáculo está cercano definitivamente.