Olimpo marca SpaceX

Nos está quedando una sociedad que me plantea muchas dudas, muchas preguntas a las que no consigo encontrar respuestas y que solo las tendrán cuando pase algún tiempo; tampoco sé exactamente cuándo, supongo que vendrán solas y es que los hechos son hechos cuando se convierten en participio pasado.
Algo es evidente, los tiempos han cambiado, o mejor dicho, los ritmos han cambiado, o jugando con los verbos, están cambiando para hacerlos presentes continuos. Cada vez estamos en manos de personas más jóvenes, salvo contadas excepciones. Son personas con una alta formación, al menos en papel oficial y con firma Real, sin entrar en la manera en la que lo han obtenido. Casi se diría que existen casos en los que personas maliciosas engordan el expediente de inocentes e ingenuas almas con títulos oficiales sobre los que, al ser preguntados, la respuesta que se obtiene es propia del más avispado y sagaz Bart Simpson, “yo no he sido” o “estaba ahí cuando llegué”.




Estamos asistiendo al nacimiento de nuevas figuras en el Campeonato del Mundo de una forma en la que, probablemente, nunca habíamos vivido. Las fórmulas de promoción, las escuelas de formación, la posibilidad de ver, mirar, analizar, el conocimiento, el “share” digital y otros muchos factores que darían para un libro, hacen que, cada vez más, pilotos jóvenes sobrepasen los logros alcanzados hasta el momento, marcando un hito que será fagocitado, o no, por el siguiente. El propio campeonato, a modo de Rea, engendra hijos que son fagocitados por la propia dinámica de la competición. Pedro Acosta ha aparecido de forma fulgurante, realizando gestas que quedarán escritas en la historia del motociclismo, pero me pregunto, ¿y cuando no sea así? Me gustaría pensar que todos, yo el primero, cuando las cosas vengan mal, si vienen (que vendrán en algún momento), seremos capaces de no “fliparnos” y no quitar de la pestaña “favoritos” a quien en un momento nos enseñó que lo que parecía imposible se ha hecho. En una sociedad en la que el “usar y tirar” se ha convertido en la regla general, me aterra pensar que si por lo que sea, por causas que pueden tener múltiples orígenes, las cosas no van para Pedro como al principio de temporada, el que ahora es héroe se pueda convertir en villano. Me tranquiliza saber que está en el equipo que está, pues es una garantía de profesionalidad y este será un factor determinante en la carrera de Acosta, como muy bien se ha encargado él mismo de señalar en sus declaraciones.
Por otro lado, me gustaría depositar mi atención en aquellos para los que la luz no ha dado lo suficiente, acaparada por una nueva estrella rutilante. Hablo, en concreto, de Izan Guevara. Es evidente que todas las miradas se han ido a enfocar la figura del murciano, pero observo con cierta distancia al piloto mallorquín, quien en categorías inferiores ya protagonizó gestas importantes y que, de momento, está haciendo muy poco ruido y está clasificado quinto en el campeonato de Moto3. En otro equipo que sabe cuidar a sus pilotos, que los forma y tutoriza de una forma que muy pocos hacen, Izan puede encontrar el espacio para crecer y aprender. No olvidemos que, a pesar de que la GAS GAS sabemos que es una KTM, no es una KTM… ¿Puede ser este un factor que termine siendo determinante? Recordad, los hechos son hechos cuando se convierten en participio pasado.




Zeus es el dios más poderoso, su rayo es el que acaba con Cronos, que devoró a todos los hijos que tuvo con Rea, esposa de Cronos, pues el oráculo le advirtió que uno de sus hijos le derrocaría y le arrebataría su poder. Es Rea quien cansada de ver morir los hijos que paría, oculta a uno de ellos y en lugar del bebé, entrega a Cronos una piedra envuelta en pañales. Al crecer, Zeus derrota a Cronos y todos sus titanes y le obliga a devolver a todos sus hermanos que había devorado. Puede que, no lo sé, permanecer oculto hasta que llegue el momento adecuado sea la mejor estrategia, más teniendo en cuenta cuánto pueden llegar a deslumbrar los leds hasta que “se le apaga la luz”, ¿verdad Carlos?