Los perdedores de Catar
Con la primera carrera de la temporada llega la hora de la verdad. Hasta el momento todo son especulaciones, pero en Catar se reparten los primeros 25 puntos y eso ya se arrastra durante toda la temporada. Muchas veces decimos que un título se gana o se pierde porque en la última carrera, en la penúltima o la antepenúltima, un piloto hizo una mala carrera porque el título está por decidirse, pero lo cierto es que los puntos valen igual al inicio que al final de campeonato.
Lo que de verdad importa de la primera carrera es el impacto psicológico que tiene una buena o mala actuación de un piloto tanto para él como para sus rivales. En un deporte donde el rendimiento está íntimamente relacionado con la confianza que el piloto tiene de ser capaz de batir a sus rivales, empezar con buen o mal pie tiene un efecto mucho más determinante que los puntos de ventaja que refleja la clasificación general.




De hecho uno de los aspectos que definen a los mejores es precisamente la capacidad de dar la vuelta a la tortilla que tienen los campeones cuando las cosas no salen como esperaban. Ser capaces de comenzar el siguiente gran premio como si nada malo hubiese sucedido en el anterior, sin sentirse inferiores a sus rivales, sin saberse incapaces de vencer una batalla por haber perdido la anterior. Eso es precisamente lo que tendrán que hacer buena parte de ellos después de lo que hemos visto en el pasado Gran Premio de Qatar.
Empezando por Francesco Bagnaia y Jack Miller, que no solo fueron derrotados por la Yamaha de Maverick Viñales, sino también por un valiente Johan Zarco dispuesto a exprimir toda la potencia de su Ducati. El francés cree poder cambiar las cosas necesarias para neutralizar la eficacia mostrada por Maverick Viñales en la primera carrera de MotoGP de la temporada 2021. Zarco lleva mucho tiempo hundido en el barro y cualquier salvavidas es bueno para salir de la ciénaga y disfrutar nuevamente de un baño de sol.
También perdieron en Catar los pilotos de Petronas. Todo apuntaba a que tenían muy buenas opciones pero su carrera acabó en desastre. Una Yamaha aplastó a los demás en la cabeza de carrera mientras que Rossi fue perdiendo posiciones hasta la duodécima plaza por un bajón en el neumático trasero (lo puedes leer AQUÍ) y Franco Morbidelli sufrió un fallo en la moto que le hubiese hecho terminar último de no ser por Lorenzo Savadori.




Incluso Fabio Quartararo, que al inicio parecía que lucharía con Maverick Viñales, acabó sufriendo problemas parecidos a los de Valentino y cediendo un buen puñado de posiciones. Un cambio en el estilo de pilotaje y una cabeza, de momento, mejor amueblada en el pasado le llevaron a mantener la calma para conseguir sacar el máximo número de puntos posibles y limitar a una mala carrera lo que podría haber sido una debacle para el 20.
Otros que tendrán que hacer borrón y cuenta nueva son los pilotos del LCR. Tanto Álex Márquez como Takaaki Nakagami besaron el asfalto cuando llevaban 13 y 6 vueltas respectivamente, un comienzo sin duda para empezar. Pero el peor inicio de temporada en MotoGP se lo llevó sin duda Danilo Petrucci –de entre los que comenzaron la carrera, porque uno la tuvo que ver desde casa-, que no pudo completar ni la primera vuelta; ni siquiera el primer parcial.
Todas las esperanzas de un nuevo campeonato, con todo el trabajo de pretemporada para hacerlo bien con un nuevo equipo y una nueva marca, para empezar con un jarro de agua fría que te da una bofetada en la cara. Muchos se quejaron de la primera carrera de Losail, pero deberían pensar en Petrucci. Ahora lo que toca es trabajar para darle la vuelta a la tortilla y hacer como si la primera carrera nunca hubiese sucedido.
De los ganadores todo el mundo habla. Viñales brilló, Pol convenció –y se convenció-, Aleix cumplió, Suzuki remontó y Zarco emergió. Pero siempre cuesta más fijarse entre los que empiezan perdiendo. No todos ellos acabarán perdedores, solo lo serán los que no consigan olvidarse de este gran premio y acaben creyendo que la primera carrera ha sido premonitoria. Losail es un circuito muy especial, y aunque dice muchas verdades, pocas veces cuenta lo que pasará durante el resto del año.