La presión de un fantasma

La presión de tener que exprimir dos carreras, ese es uno de los regalos envenenados que ha dejado Marc Márquez a los pilotos de la parrilla de MotoGP que aspiran a hacerse con el título de Campeón del Mundo a final de temporada.
El hecho de que haya incrementado su ritmo de entrenos, tras el visto bueno del equipo médico, en que le ha llevado de una mini moto a subirse a la RC-213V S en los circuitos de Montmeló y Portimao había generado una corriente de opinión de que veríamos a Marc Márquez en Qatar. Bueno, menos el que firma, que siempre ha dicho que no.
Incluso los pilotos con quien comparte pista empezaban a señalar que cuando regrese es porque está para presentar batalla. Aunque ninguno se había atrevido a predecir el resultado del de Cervera, Johann Zarco aseguraba que estaría en la primera carrera de la temporada, mientras que Cal Crutchlow aseguró que Marc Márquez nunca será un piloto lento.




También Joan Mir aseguró haber visto bien a Marc en el gimnasio del hotel de Qatar, cuando el de HRC había viajado para recibir la primera dosis de la vacuna. Todos los indicios llevaban a pensar que el #93 vería apagarse el semáforo del circuito de Losail.
Las imágenes distribuidas de los entrenamientos sobre la 1000cc por Repsol desataron la imaginación de muchos, tanto dentro como fuera del paddock, y empezaron a plantearse un escenario de carrera que ahora no se dará. Finalmente Marc Márquez no estará en las dos primeras citas de 2021.
Pero hay algo que ha quedado claro, y es que el 8 veces campeón del mundo va a volver para pilotar de la misma forma que lo estuvo haciendo hasta el momento de su caída, en el Gran Premio de España: gobernando la categoría.
Eso es algo que está fuera de toda duda, no hay debate en ese sentido. Cuando Marc vuelva lo hará para estar a un nivel alto, y eso provoca que estas dos carreras sean dos oportunidades extraordinarias para que los demás puedan conseguir ventaja.




Y aquí es en donde se envenena el “regalo de la ausencia”, porque en esa agónica necesidad de conseguir los máximos puntos posibles en esas dos citas, puede llevar a muchos de ellos a tener que gestionar una presión autoimpuesta que los lleve a poder cometer un error.
Este año, más que nunca, en las primeras carreras no se puede ganar el mundial, pero sí que se va a poder perder. De manera que tendrán que tratar de conseguir el máximo número de puntos de ventaja contra un rival que no corre, pero que les puede ganar sin estar.
Aunque no esté en pista, muchos van a seguir corriendo contra Marc Márquez.