Redefinir MotoGP

La mayor revolución que ha vivido MotoGP en los últimos años no es ningún dispositivo, ni el cambio a la electrónica única. La mayor revolución del campeonato tiene nombre y apellidos, y se llama Luigi ‘Gigi’ Dall’Igna.
Su capacidad de leer lo que no está en el reglamento ha sido, y sigue siendo, espectacular. Entre las zonas grises del redactado técnico y de lo que no estaba reglamentado, el ingeniero de Thiene, una pequeña ciudad en el norte de Italia, ha cambiado el mundial por completo.
La progresión aportada por Dall’Igna ha sido el que cambió la concepción de MotoGP, especialmente fue la aerodinámica la que fue un mayor factor de evolución.
La aerodinámica permite una mayor aceleración al evitar la acción de la electrónica, evitando que se levante la rueda delantera si tener que cortar potencia del motor. Esa misma aerodinámica mejora también la estabilidad en frenada.
También introdujo el dispositivo de salida. Aquél dispositivo que, a final de 2019, Jack Miller experimentaba en su uso a lo largo de la carrera. Además de ayudar en la salida, ayuda aún más en la aceleración a la salida de las curvas.
Hoy la mayoría de fábricas han copiado esos ‘gadgets’ de la Ducati, con mayor o menor entusiasmo, pero obligados por la necesidad de ser competitivos. Pero ¿a dónde ha llevado el campeonato esta revolución?




Es importante que veamos MotoGP y lo que en ella sucede como un todo. El mono con airbag no se puede disociar de las fracturas de clavícula, igual que tampoco hay que separar los avances técnicos de los últimos problemas de síndrome compartimental.
De la misma manera hay que ver de una forma global el que la seguridad pasiva, las escapatorias, se ve afectada de la misma manera por las evoluciones técnicas que elevan las prestaciones de las motos.
Aleix Espargaró dijo que entre la curva 6 y 7 del circuito Jerez podían ganar más de 100 kilómetros por hora, mucho más que antes de la aerodinámica. Esa aceleración pasa factura en el físico de los pilotos.




Marc Márquez comentó que con los dispositivos de salida dinámicos, que se pueden usar durante toda la vuelta, se hacía mucho más difícil adelantar. Acercando cada vez más las carreras a esas procesiones a la que la Fórmula1 acostumbró a sus aficionados, alejando el espectáculo de la pista.
¿Ha llegado el momento de devolver MotoGP a un punto anterior a estas evoluciones?
Lo que está claro es que ese tipo de decisiones sólo pueden tomarse con un acuerdo unánime en la MSMA, o por un cambio impuesto en la reglamentación técnica. Marc Márquez interpeló al organizador para que tome cartas en el asunto “si a las fábricas se les permite por reglamento, lo van a seguir haciendo”. En este punto os aconsejo leer el artículo de ‘Suggested Mappings’ (haz click/tap aquí)
Dorna ya lo hizo una vez, cuando en 2016 implantó la electrónica única, y de un plumazo puede volver a mejorar la seguridad de los circuitos, la salud de los pilotos y preservar el espectáculo en pista.
Completamente necesario si queremos que el espectáculo continúe. La tecnología ha vuelto a superar el listón. MOTOGP no puede ni debe morir de éxito y es necesario alcanzar un equilibrio entre desarrollo y espectáculo.