La caída, la semana y el abandono contado por el propio Marc Márquez
Una montaña rusa de noticias, expectativas y posibilidades es en lo que se ha convertido la última semana de MotoGP por el caso Marc Márquez. El piloto se caía en la primera carrera en el circuito de Jerez, fracturándose el húmero en una caída sufrida en la tercera curva del trazado por lo que él mismo ha señalado como error propio.
Al conocerse la fractura, poco habitual, se empezó a especular con unos plazos de recuperación elevados, incluso cabía la posibilidad de perder entre tres y cuatro carreras si tenía afectado el nervio radial, cosa que finalmente no ha sucedido. Afortunadamente todo quedaba en una cuestión ósea que se solucionaba con una placa de titanio.
Tal y como se sentía el piloto al despertarse de la anestesia consultó si era posible correr, una vez regresó a Cervera y con una movilidad totalmente normal probó flexiones, enfundarse un mono de competición y subirse a una moto. Por supuesto que no hay moto que se pueda comparar a una MotoGP, pero llegado a ese punto era inevitable: lo tenía que probar.
Marc Márquez nos decía que cuando probó que podía hacer todo eso había sido porque “lo que he hecho toda la semana ha sido seguir mi instinto y escuchar a mi cuerpo. El lunes hubiese dicho que era imposible, pero después de la operación el miércoles pude hacer flexiones, ponerme el mono y estar en una moto. El equipo quería que me reservase y que me recuperase. Les dije que sería completamente honesto con ellos”
Queda totalmente claro que Honda no quería que compitiese, pero tampoco quería contrariarlo y que sintiese que el equipo le limitaba, así que finalmente fue él quien tuvo la última palabra. El motivo para volver no ha sido únicamente el campeonato, sino que “he intentado volver por mi pasión por el motociclismo. Lo último que haré por mi carácter es rendirme”.
Cuando bajó a Jerez se enfrentó al tribunal médico que debía juzgar su aptitud: “La revisión del Dr. Charte no fue ningún paseo por el parque” que, como ya sabemos, le juzgaron como capaz de poder pilotar la moto con seguridad, para él y para sus colegas de profesión. Para darse el mayor tiempo de restablecimiento decidieron saltarse las sesiones del viernes.
Hoy sábado sí que hemos visto cómo se subía a la moto, y cómo incluso conseguía algunos tiempos que permitían soñar con una buena carrera. Nos lo comentaba el propio piloto, y el cambio que de pronto ha sentido para decidir el abandono: “la mañana ha ido bien en la moto pero por la tarde después de parar ha pasado algo en el 2º run y ha sido cuando en ese momento me faltaba fuerza en algunas curvas que no lo esperaba”.
No se trata únicamente de su seguridad, sino la del resto de pilotos que están en pista y ha visto que no era capaz de controlar la moto por esa pérdida de fuerza. No puede determinar qué es lo que se lo ha provocado, “quizá se ha pellizcado algo por la inflamación, pero no he podido seguir, no tenía que seguir. Brno será otra carrera”, ha reflexionado el de Cervera.
Con las ideas claras, con dos inviernos a las espaldas recuperando intervenciones de hombro, va a tener que pasar la primera mitad de una temporada comprimida tratando de recuperar el húmero del brazo derecho. “La máxima prioridad ahora será mi brazo, no estaré al 100% en Brno, y la 2ª prioridad es el campeonato”, sentenció el de Honda.
También ha comentado que la sensación de dolor cambia cuando la mente tiene un objetivo, ya que “cuando he dicho que no podía, el dolor se ha multiplicado por dos o por tres”. Una pena lo vivido en Jerez, pero asume como propio el error “por pensar “ya está todo hecho”, allí [en la curva 3, donde cayó] no corté por el piano sino que pasé por la línea blanca y perdí las dos ruedas. Hay que aprender de esto”.
Su nueva meta está fijada en recuperarse al máximo posible para la carrera de Brno.
@LucioLopezGP
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