Autocrítica de Viñales y Quartararo en la presentación de Yamaha

Maverick Viñales y Fabio Quartararo afrontarán 2021 como compañeros de equipo en el Yamaha Factory Team tras un 2020 que se les fue escapando como arena entre los dedos a ambos pilotos.
Si bien son conocidos de sobra las excepcionales y críticas condiciones que los neumáticos traseros que Michelin proveyeron en la pasada temporada fueron los mayores problemas que encontraron tanto en Yamaha como en otras marcas (véase lo irregular de la mayoría de los pilotos Ducati), algo que junto con otras decisiones como la elección del motor, decisiones en las que Viñales se ha reivindicado y exige ser voz desde ahora, y la también más que conocida «crisis de las válvulas» que obligó a Yamaha a «capar» cierto número de motores con especificaciónes 2020 condicionaron drásticamente el rendimiento de sus pilotos en según qué circuitos y condiciones, ninguno de los dos ha eludido la autocrítica exponiendo que pueden poner de su parte para mejorar la situación.
Así, en las palabras de Viñales «los otros años sólo iba con el mono de piloto y si algo iba mal era cosa del equipo. Ahora, cuando me quite el mono debo seguir siendo parte de Yamaha. Cuando acaba el entrenamiento debo ser un técnico más de Yamaha y me lo tomo como algo personal. Ahora voy a ir a por todas, lo llevo dentro y a mí mismo no me puedo fallar».
«Cuando las cosas no van me tengo que sacar el mono, ponerme en el sitio de los técnicos y de Yamaha. No estar negativo y decir que la moto no funciona. Lo importante es sumar, sumar y sumar, que Yamaha gane. Veo lo que trabajan y se esfuerzan. Me han dejado hacer mi equipo. Veo que ellos quieren sumar y me tengo que esforzar y trabajar (…) Sé cuál es mi papel y el peso que tengo ahora en Yamaha y voy a intentar devolver toda la confianza que me han dado».
Toda una declaración de intenciones e integración de Viñales que constrasta con el bastante menos positivo discurso de fin de temporada.
Por su parte, Quartararo ha hecho mucho hincapié en su gestión de la presión «“Es verdad que llegar al equipo oficial supone más presión, pero también más ayuda (…) El año pasado tuvimos esos problemas con la moto que todo el mundo sabe, pero yo también pude hacerlo mejor. Claro que me fastidió no aprovechar la oportunidad de ganar el título, pero no estoy frustrado porque aprendí mucho”.
“Nunca había peleado por un campeonato, al margen del CEV, que no tiene nada que ver. Comenzamos bien, pero en un momento dado vimos que el potencial de la moto caía. Y hay veces, que tu aprietas más y todavía caes más bajo. No supe aceptar que, para pelear por el Mundial, en ocasiones tienes que terminar el séptimo en vez de caerte”
“He visto a un psicólogo durante el invierno y lo volveré a ver antes del arranque del Mundial. Me ayuda a mantener la calma, a no distraerme con aquello que dice la gente de alrededor. Tengo que olvidarme de lo que dicen de mí. Me tengo que centrar en mí. El año pasado, cuando la moto no iba bien, intentaba ayudar a todo el mundo y le daba muchas vueltas a las cosas en vez de centrarme en mi trabajo”.