Y ahora, ¿qué?
Hoy se ha anunciado la temporada al sprint que MotoGP va a intentar llevar a cabo. Como se dice, no maten al mensajero, porque puede haber más cambios desde el anuncio del calendario hasta su consecución, puesto que si algo hemos aprendido en este 2020 es que la frase de John Lennon “La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes” tiene mucho de verdad. Aunque yo soy más de Ringo Starr.
¿Están aseguradas las carreras?
Sin querer liquidar algunas de las características que nos hace humanos, la esperanza, la ilusión, el deseo por algo o, simplemente, el recuperar algo de nuestra rutina, de nuestra vida, me veo en la necesidad de llamar la atención sobre que los eventos calendarizados por Dorna van a tener que esperar la aprobación de los gobiernos nacionales y regionales de los circuitos.
Esto quiere decir que cualquier carrera es susceptible de no ser disputada, en cualquier país, en cualquier momento. Para ejemplo tenemos a Corea del Sur, que se vio forzada a imponer de nuevo el distanciamiento social durante dos semanas, nuestro ya familiar confinamiento, y si eso sucede en un territorio que ha de albergar un Gran Premio habría que valorar su celebración.
No sólo por parte de la administración correspondiente, sino que por parte de Dorna se debe evaluar el hecho de si compensa la celebración de un fin de semana que puede comprometer todos los demás, si poner en riesgo de contagio a técnicos y pilotos vale la pena. Y recordemos que en Octubre se espera un rebrote en Europa, que puede cambiarlo todo de nuevo.




¿Qué va a pasar en lo deportivo?
Si se cumplen las expectativas que organizador, fabricantes, equipos y circuitos han puesto en el calendario publicado, por lo menos vamos a tener un año movido. Las que tienen fecha confirmada serán en Europa, alguna podría celebrarse en ultramar. De ellas, siete serán en España, siendo el circuito de Barcelona el único del territorio rojigualdo en albergar una sola carrera
Dos carreras en julio, tres en agosto, tres en septiembre, tres en octubre y dos en la primera quincena de noviembre. Son dos dobletes y tres tripletes, algo que ya sabemos que a pilotos y equipos incomoda por lo diferente que se deben plantear las carreras. Nunca nadie quiere lesionarse, pero con un calendario así sería como caer en la cárcel en el Monopoly y ver a los demás repartirse el dinero mientras se te pasa el turno.
Esto va a derivar, casi con total seguridad, en estrategias más conservadoras y teniendo los pilotos en la cabeza que en un error se pueden estar jugando también la siguiente carrera, o incluso más, y tres ceros en este año te acompañan a la puerta de salida en la lucha por el título. 2020 va a ser un año que va a primar el factor psicológico.
No va a haber tiempo para rachas, no se va a permitir a los pilotos tener el tiempo para reencontrarse con su mejor versión porque sólo se les va a permitir 6 fines de semana libres desde que arranque el campeonato hasta su finalización. La presión de conseguir resultados va a ser muy grande para aquellos que tengan que ganarse un contrato, y eso puede ser una espoleta (no hay intención de juego de palabras).
Lo que es seguro es que, de poder cumplirse, vamos a tener una gran exposición de carreras en poco tiempo que van a hacer del mundial más un culebrón que un campeonato, porque vamos a ver las estrategias y los movimientos de todos los pilotos en lo que va a ser prácticamente un capítulo semanal.
Aún así, ¡qué ganas de motos!
@LucioLopezGP