David es un gigante
Está claro que 2020 está siendo el año más extraño, cambiante e impredecible que muchos recordamos. Y parece que la categoría de MotoGP ha somatizado con la situación general y nos está dejando una colección de situaciones insólitas que nunca antes habríamos imaginado. El Gran Premio Monster Energy de la República Checa nos ha venido a confirmar que este año, David es el gigante y Goliath el diminuto protagonista de ‘Cariño, he encogido a los niños’.
Comencemos por la marca dominadora de lo que llevamos de temporada; Yamaha. La fábrica de Iwata lidera el campeonato de constructores con holgura al haber conseguido 70 de los 75 puntos posibles. Sin embargo, todos esos puntos han sido cosechados por su equipo satélite, el Petronas Yamaha SRT. En el caso de la marca de los diapasones, el pequeño claramente se come al grande.

Cuando hablamos de Honda la situación el análisis es mucho más duro aún. Es así por el hecho de que aquí el equipo satélite, el LCR Honda, no ha tenido un rendimiento astronómico como en el caso del Petronas Yamaha SRT, sino que ha tenido un rendimiento más bien discreto Crutchlow lesionado y Nakagami que solo ha entrado en el top 5 en el Gran Premio de Andalucía. A pesar de ello, el equipo satélite ha estado muy por encima de lo cosechado por la estructura oficial que languidece sin la presencia de Marc Márquez.
Si pasamos a Ducati la situación es aún más rocambolesca. Los oficiales aventajan levemente a los satélites, sin embargo, la sensación en la pista es que los pilotos del Pramac Racing son más competitivos que los del Ducati Team. Si nos fijamos en la carrera de Brno, vemos que los oficiales no han entrado siquiera en el top 10. Miller, en representación del equipo satélite, lo ha conseguido por los pelos con la novena plaza y su éxito, pole y podio incluido, ha venido de la mano de un equipo ni siquiera satélite, sino cliente. El más pequeño de los pequeños le ha mojado la oreja generosamente a los grandullones de la estructura oficial.




La única marca que nos queda con dos equipos son los flamantes campeones del Gran Premio de la República Checa; KTM. Aquí sí que es cierto que la estructura oficial ha superado a la satélite, sin embargo, se ha repetido el mismo efecto dentro del primer equipo. Pol Espargaró ha sido sin lugar a dudas el piloto de referencia en la estructura austriaca por méritos propios. Y justo cuando consiguen su primera victoria, esta ha venido de la mano del “segundo piloto”. Un debutante que apenas disputaba su tercera carrera en la categoría. Nuevamente, David se comió a Goliath por una pata.
2020 está siendo un año muy convulso en MotoGP. El dominador habitual de la categoría está ausente y esto parece haber puesto patas arriba el campeonato. Los que estaban llamados a dominar la categoría en su ausencia se encuentran con que los más pequeños de la parrilla se hacen grandes antes sus errores y carencias, revertiendo el estatus quo que siempre había reinado. Goliath no es tan Goliath, David es un gigante.