Las Notas del Gran Premio de Portugal
El Gran Premio de Portugal será, probablemente, recordado por el caos que se formó en Moto2 con la bandera roja, un caos que por caída múltiple dejó fuera a varios pilotos por lesión (Arón Canet, te lo hemos contado aquí), por incendiarse la moto (Simoni Corsi), o por no haber vuelto al box en tiempo y/o forma que establece el reglamento. Un reglamento que hoy en día no tiene sentido en la coyuntura que da forma a Moto2, y tentado estoy de incluir a Moto3, al menos, para el abajo firmante. Lo que tengo claro es que si a nadie le ha importado hasta ahora que haya partes del reglamento desfasadas (y no me refiero a la afición o prensa, me refiero a los que proponen los cambios desde dentro del paddock, es decir, los propios equipos a través del IRTA), ¿a quién le podría importar?.
Al final se trata de vender lo máximo al mínimo costo, así que siguiendo esa máxima, ya he puesto la imagen de una caída en la portada (por no poner a Marc) y a partir de esto, pues intentaré hablar de motociclismo y defender el castillo, nadar y guardar la ropa.
Al lío señores.
Sobresaliente: Que lo de Fabio Quartararo estuvo genial, nadie lo duda. El actual Campeón de MotoGP aprovecho su particular Pisuerga en Portimao y aprovechó la oportunidad de brillar en un circuito que no destapa las carencias de su Yamaha con la maestría demostrada en 2021, y para ello no hay más que ver dónde quedó la siguiente Yamaha, en este caso la de Dovizioso, perdiendo más de un segundo por vuelta de media con respecto al francés. Todo muy tranquilizador para Yamaha. Pero el que más me gustó de todo el Gran Premio fue Sergio García Dols.
El nuevo líder provisional de Moto3 hizo todo lo que deseamos para la categoría pequeña aquellos que nos gusta este deporte más allá del show: alguien que ponga orden de vez en cuando. Ya os contamos que lo mejor que podía pasar en Moto3 este año es que muchos de los que lucharon por el título en 2021 no hayan abandonado la categoría, y esto se está notando y mucho. La experiencia, rapidez y ambición de Dennis Foggia por un lado se está combinando con la de García Dols y en Portimao, el de Aspar hizo algo que hacía mucho que no veíamos: seleccionar a los más rápidos para el final de carrera.




Resultado, una carrera preciosa entre pilotos que sabían lo que hacían sin gente que entra en las curvas cerrando los ojos porque no sabe cuándo se va a ver en otra, ¡cómo ha crecido Moto3 con las promociones de Rodrigo y Binder! Volviendo a García Dols, sencillamente fue superior y no especuló con ello, incido, repercutiendo en un tamizado que dejó a los mejores (hola, me llamo Jaume Masiá y sigo aquí) luchando por la victoria.
Notable: Ya se hizo la fiesta de la victoria de Aprilia en Argentina en las manos de Aleix Espargaró y ahora lo que toca es esperar los resultados en aquellos circuitos que, a priori, les permitan brillar con las cualidades ya conocidas de la RS-GP con las mejoras de motor que han experimentado en 2022, y esto es lo que pasó en Portimao, un nuevo podio para Aleix y para Aprilia para honor y gloria de un piloto que ha pasado de pedir la retirada a pedir un aumento de sueldo o una moto oficial japonesa en tan sólo un gran premio. Si me preguntáis mi opinión, merece claramente lo primero y sería beneficioso para MotoGP, el binomio Aleix – Aprilia es de los que crea afición.
Aleix por un lado hizo lo que tenía que hacer (y ojo, que hay que hacerlo), y Alex Rins por el otro hizo la misma machada de Marc Márquez en Austin, remontar tropecientos ochenta y cuatro puestos, tras una pésima clasificación y una actuación a la altura de la temporada que lleva y que le deja a las puertas del liderato de MotoGP, con una diferencia con el resto de la parrilla (y con el mismo Marc Márquez): lo está haciendo a base de regularidad. Y con regularidad y este Mundial repleto de altibajos ya hemos visto que se consiguen cosas.




Bien: a la septuagésima va la vencida. Bien por Joe Roberts, que en la debacle de Moto2 mantuvo los nervios y el tipo de llegar el primero a meta en una carrera a 7 vueltas con los diez o doce pilotos más rápidos de Moto2 mirando desde el box y tras la caída de Jake Dixon mientras lideraba, hay que decirlo y no es obviable, bien Roberts que se impiso al resto de pilotos que no ganaron y se les supone mayor bagaje y calidad que al americano, amén de mayor palmarés: Jorge Navarro terminó en tercera posición, un regreso al podio un tanto agridulce si tenemos en cuenta las circunstancias de la carrera. Tenía una ocasión de oro en las manos para refrendar su llegada al Team Pons. Y mucho mejor Roberts que Celestino Vietti, la sorpresa del año y líder de Moto2, que de terminar Campeón en 2022, agotó gran parte de la suerte del Campeón en Portimao.
Aprobado: Johann Zarco salvó el honor de Ducati en Portimao, y disfraza un poco, no mucho, el desastre de la marca en Portugal, que con la lesión de Bagnaia, que terminó la carrera con una aleta menos, y las caídas del resto de pilotos Ducati elegidos por la marca se ha lucido. Esperaremos a Jerez para hablar con más profundidad del tema. Volviendo a Zarco, me resulta eufemístico decir que es un piloto con el que siempre me queda la duda de si es un piloto infravalorado por prensa, afición y marcas porque en realidad, no tengo ninguna duda de que es así.
Suspenso: Después de la exhibición de Marc Márquez en Austin creo que todos esperábamos otra cosa que no terminar a 16 segundos del ganador. Con Alex Márquez volviendo a señalar explicítamente el tren delantero como el talón de Aquiles de la RC213V, ese talón de Aquiles cuya solución está impidiendo que Marc piloto en modo Marc, ese talón cuya solución no parece solucionar mucho, los típicos y tópicos lentos pasos de gigante de Honda se están eternizando. Y lo que es peor para Honda, para MotoGP y para este show más allá del deporte, y es que en Portugal no vimos a Marc diferenciarse del resto de pilotos HRC, llegando en el mismo segundo que Pol Espargaró. Ahora falta saber si es que Pol lo hizo muy bien o si Marc no sacó su esencia. En cualquiera de los dos casos, Honda, a día de hoy, tiene una crisis aún peor que la de Ducati.