Marc Márquez contra el nivel actual (y pasado) de MotoGP: previa 2022

Escribir de carreritas, con todo lo que está pasando, está a caballo entre la frivolidad y la abstracción de la realidad. Se habla de épica y héroes en este deporte, y la verdad, vivimos días en los que habría que revisar el uso de dichos términos.
Al lío señores.
Cuidado con la temporada 2022 de MotoGP que, si los dejan, si la dejan, puede darnos una de las mejores y más incómodas medidas y comparataivas entre los habitantes de la parrilla, y no nos engañemos, habitantes quiere decir Marc Márquez (Repsol Honda) y el resto. Y es que es cierto que todos los pilotos, todos, hasta los que están insultantemente apoyados por un patrocinador, hacen los tiempos y se clasifican. Todos son buenísimos, pero en los últimos tiempos sólo dos han sido capaz de marcar la diferencia por encima de la moto.
Está claro que uno es el citado Márquez, el otro es Fabio Quartararo (Monster Energy Yamaha). El francés ha sido uno de los pocos capaces de adaptar su pilotaje a lo que la moto le pedía hasta llegar al límite de no sólo abrir un mundo con el resto de Yamaha, sino de lograr el Título de Campeón del Mundo. No se me malinterprete, no estoy dejando de lado a Joan Mir (Suzuki Ecstar) y su Título de 2020, pero visto desde fuera, aquella Suzuki parecía bastante mejor que la Yamaha 2021, o al menos, parecía menos exigente en pilotaje viendo cómo Quartararo varió su pilotaje para ser regular sobre ella.
Dicho esto, este inicio de temporada me recuerda bastante al 2008. El puto amo del momento, Valentino Rossi, venía de dos años de sequía y se enfrentaba a un Casey Stoner coronado campeón y un irreverente Jorge Lorenzo al otro lado del muro. De hecho, hasta parece difícil no ver clara la analogía. De Marc se espera que encuentre una recuperación (más o menos) plena y una Honda menos crítica, de Fabio estamos esperando ver si tanto piloto como marca están al nivel exhibido en 2021 (como Stoner y Ducati en 2008) y mientras tanto, Pecco Bagnaia y una Ducati que (por fin) parece poder amoldarse a todos los circuitos y a un pilotaje mas fluido piden paso como estrellas emergentes (como aquel Jorge Lorenzo debutando en MotoGP).
Y aquí es dónde puede venir la comparación incómoda, sea cual sea el resultado. Sí Marc recuperara ese nivel por el que les iba metiendo medio segundo por vuelta en Jerez 2020, si volvemos a ese tipo que en 2014 gano 10 carreras del tirón y en 2019 ganó el Mundial de MotoGP con seis carreras de ventaja, entonces habrá que reconocer que en este Mundial hay dos tipos de piloto, Marc Márquez por un lado y los demás por el otro.
Si en 2022 Quartararo no se desinfla en presencia de Marc (incógnita seria) y Bagnaia o Mir cumplen las expectativas que se esperan de su pilotaje y nuevas motos, plantando cara a Marc y luchando por el Título hasta el final, gane quien gane pero en presencia de Marc, la comparativa es aún más cruda y dejará (muy) en entredicho la actitud, capacidad u objetivos de aquella parrilla de 2019.
Y como dijera Pazos en la irreverente e inolvidable «Airbag» de Bajo Ulloa, «cuidao, que igual te viene la C«. Y es que si como dije al principio, no es momento para hablar de héroes y épica en cualquier deporte, sí podemos hablar de grandes campeones y mitomanía: encontrar a alguien que iguale los 9 Mundiales de Rossi es el gran momento de este motociclismo moderno, y sí, también es algo que esperamos se pueda producir en 2022.