Dirección de carrera: Vaya puta broma
«Vaya puta broma son estas penalizaciones. Si queréis que a la gente le deje de gustar este deporte no podríais hacer nada mejor que esto«. Estas palabras no son de un cabreado periodista del motor extranjero (español no por dios, que se portan como si los fueran a excomulgar de MotoGP si dicen algo así), no son de un fan ni hater de un piloto determinado ni de puristas de los nuevos o viejos dioses del motociclismo, ni tan siquiera son de un juntaletras encabronado como el arriba firmante. Estas palabras se refieren a las naciones recibidas por Fabio Quartararo y Pecco Bagnaia durante el Gran Premio de España, y las firma un piloto en activo: Loris Baz. El tema es grave, tanto que hará que se opaque ciegamente el halo seudo religioso que impide a la prensa del motor española criticar algo, lo que sea, criticar y decir que algo no está bien hecho. Lo que sea, me da igual, no se dice y lo que es peor, la afición en general lo da por bueno y por buena costumbre. Supongo que por eso recibimos tantas críticas de los fans, porque contamos cosas más allá de los mails recibidos desde MotoGP o los equipos, y que esos mails son toda la única verdad ha calado tan hondo que incómoda cualquier otra cosa.
Lo cierto es que en los casi 40 años que llevo siguiendo apasionadamente no he conocido una serie de personas con un poder de intervención e influencia en los resultados con el panel de Comisarios presidido por el Señor Freddie Spencer, que a base de no estar preparado para este cargo y no aplicar el mismo criterio de manera reiterada y recurrente no sólo da a dudar de su buena fe en sus decisiones sino que va a enterrar en hormigón armado todas las páginas de oro que escribiera para este deporte antes de convertir el adelantamiento en una acción que merece castigo… siempre y cuando salga por televisión, las que no salen no se castigan.
Este panel de comisarios parece responder a una necesidad más propia de una comunidad Amish, mormona o ultracatólica de nueva generación, una necesidad de quedar bien ante el público a base de evitar cosas que, a su absolutamente desfasado criterio, den mala imagen por TV. Porque no nos engañemos, más de uno pensamos que si Jack Miller no se hubiera quejado de la acción de Bagnaia, nadie habría sancionado a Bagnaia. Y lo de Quartararo sigo sin explícarmelo ni encontrar criterio alguno porque, sencillamente, no lo tiene.




Y no paro de imaginar qué debe pensar Dan Rossomondo, el flamante sustituto de Manel Arroyo en Dorna, el estadounidense que llega de la NBA, el hombre que nació en un país donde la NASCAR se conoce por las ostias que se meten los coches en vez de llegar al podio con un pastel de manzana y delantal (como parece que pretenden desde el panel de comisarios). Me pregunto si se preguntará cómo vender unas carreras de motos en las que adelantar cuando existe el hueco se penaliza. Porque es lo que hizo Bagnaia, aprovechar el hueco que le dejó Miller. Punto.Juzguen ustedes mismos:
— MotoRaceNation (@MotoRaceNation) April 30, 2023
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Con Quartararo, para más ridículo, aún se permitieron el lujo de hacerle repetir la long lap por esto:
— MotoRaceNation (@MotoRaceNation) April 30, 2023
No parece fácil apreciar el beneficio que el francés pudo sacar a pisar la zona verde exterior de la long lap. ¿Cuántas milésimas ganó acelerando? ¿Por qué no se sancionó a Miller en su lucha con Jorge Martín?. En fin, la misma actitud penosa, indignante y fraudulenta que MotoGP a través de sus panel de Comisarios nos ofrece a día de hoy.
Parafraseando a Baz, es una puta broma que nos cobren por ver esta manipulación y nos quieran convencer de que MotoGP es un espectáculo como pocos. Porque si los adelantamientos se van a volver en una maniobra ilegal podemos afirmar sin temor a equivocarnos que MotoGP no tiene absolutamente nada que ofrecer entre la salida y la llegada de su carrera.
Absolutamente nada.
Sam Lowes pisa el verde en la última vuelta…. ¡pero….!.
Seguimos para bingo.