El fin de los pósters

Cuando ves un póster antiguo de motos la primera sensación que te viene es “este tipo hizo algo importante”, al menos lo suficientemente importante como para que una publicación, junto con unos patrocinadores, decidieran publicar ese póster que, además, era argumento de ventas en la portada de la revista.
Escribo estas líneas tras conocer que Solo Moto publica, esta misma semana, su último número impreso despidiéndose con, cómo no, con V’s y ráfagas del formato impreso y toda la vieja escuela que crecimos con él. Vieja escuela, nos hemos quedado para un lema en una camiseta.
Está claro el motivo para tal decisión: los tiempos y sus tiempos cambian, la inmediatez que facilita internet con la descarnada pelea por publicar el primero algo bien por competencia laboral o simple ego ha dilapidado sin piedad la calma y el mayor contenido e información que te dan 10 horitas extras para pensar y completar lo que se escribe sin necesidad de publicar a tragaperro.
Los tiempos y sus públicos cambian, los chavales que antes íbamos con ansia al quiosco los martes se han sustituido por otros que no necesitan saber más que lo que le ofrece un vídeo de 30 segundos, un resultado o uno de esos post (anteriormente conocidos como tweets) para satisfacer lo que quieren conocer de éste y cualquier otro deporte.
En un gran ejercicio de cinismo diré que ya agota ver cómo la temporada va resbalando y escapándose de las manos mientras se completan horas y horas de vídeos y letras y letras de opiniones sobre el futuro de ya sabéis quién. Oferta y demanda, es lo que el público cliquea, nadie entrará a leer cómo puede afectar la caída de rendimiento de los futuros Pirelli en Moto2 o sobre los alerones ilegales de KTM en MotoGP o el vuelco de resultados de según qué pilotos desde que se controlan las presiones de los neumáticos.
Control de la presión de los neumáticos que nos dice que los tiempos y la competición cambian, y evolucionan hacia un lugar en el que al público le parece correcto que la competición reniegue de la competición. Se empiezan a oír campanas sobre zonas de adelantamiento controlado y de plazas compartidas por varios pilotos a lo largo de la temporada, incluso de sustituciones por pilotos reserva como en un cambio de baloncesto. Con la estandarización técnica (igualdad sería si varios fabricantes de neumáticos, chasis, suspensiones o electrónica rindieran similarmente con distintas armas, no las motos IKEA que pueblan la parrilla ahora mismo), con la estandarización de piezas y como utilizarlas ya se evita que cada piloto o ingeniero exponga sus armas en pista, si eliminamos de la ecuación plazas de pilotos permanentes al final también devaluamos el Mundial de Pilotos… ¿en favor de qué?
Los tiempos y sus gustos cambian. Es el fin de los posters y el presente de los reels, stories, tiktoks, post o su Puta madre que utilizan el motociclismo como excusa para publicar algo. Injusto con los pilotos, injusto con los equipos, injusto con la prensa y justo lo que la peña demanda.