«Eso» que acompaña a la suerte de los Campeones: los Mappings de Valencia 2
Mapping 36: vale que Joan Mir es Joan Mir, es uno de esos pilotos que tiene el «mojo» de Austin Powers, ese brillo o aura del que hablabámos hace unas semanas y que hace que todo parezca fácil y se adapte a la moto que le des en poco tiempo, al fin y al cabo, esa capacidad de adaptarse a las circunstancias (y no al revés) que suele acompañar a la suerte de los Campeones (que sólo los Campeones tienen), tiene ese punto que sólo sacan los genios para lanzarse a la pista a buscar un tiempo que no tiene cuando sólo pueden perderlo todo en lugar de esa pataleta al entrar box con cara de pocos amigos y buscando un culpable (que no un motivo) a tu falta de rapidez, algo que también suele acompañar a la suerte de los Campeones (ésa que sólo los Campeones tienen).
Joan M1R tiene todo esto y además, a «esta» Suzuki trás él. Una buena moto (hecha por gente de la moto) y un equipo comprometido con un objetivo: ser Campeones y luego ya veremos quién la tiene más larga, al menos cuando nos transmitan esa imagen será el momento en el que dejarán de ser «esta» Suzuki. Poco más se puede decir de M1R y su equipo, sólo darles las gracias por la competitividad, por la determinación de Joan en los momentos clave y el show de sus dos motos en pista. HappyThankYouMorePlease.
Mapping 22: Existe un momento mágico en la competición en la que, sin ganar, sí te ganas el respeto de todos. Y quizá que ese momento haya llegado en Valencia para Sam Lowes. El «bayeta man» más reconocido de Moto2, que además estuvo dentro de esa pléyade de pilotos a punto de caer en el olvido por hacer bulto en MotoGP para no se sabe muy bien qué sobre no sé sabe muy bien qué engendro de moto, el hombre del que sólo recordaremos que ya es Campeón del Mundo (2013, WorldSSP) si consigue ser Campeón del Mundo, el hombre del que nos hacíamos cruces y apelabámos a la conveniencia de su nacionalidad sajona cuando llegó al VDS este mismo año, este hombre salió a pista con una mano que no le cabía en el guante y arrancó dos puntos en plena lucha por ése Campeonato del Mundo que hablabámos. Y tras tres carreras consecutivas ganando, tras salir a pista buscando un imposible con la mano de Homer Simpson, nos ha recordado que la competición es algo que requiere el máximo de cada uno, la mayor de las entregas y que no, por mucho que quieran que compremos que los Mundiales se ganan a base de Top 5 (es lo que tiene el glamour de pago, que te hace Campeón luchando por el Top 5), un piloto dispuesto a competir tendrá más respeto que una mentira mil veces contada.
Por cierto, hemos entrevistado a Jorge Navarro, estad atentos a nuestro podcast y web porque nos dejó una perla que puede explicar el upgrade 2020 de Lowes en Moto2.




Mapping 79: en defensa de Ai Ogura. Sólo diré que, de momento, es el primero de los pilotos que no se llaman Albert Arenas y que, si consiguiera la esperada victoria en Portimao, obligaría a Arenas a ser segundo para conseguir el Mundial de Moto3. Y además, es más fino que el coral tal y como pudimos disfrutar en su batalla con Andrea Migno en modo «no tengo equipo» (palabras serias) y Masiá.
Respecto a Arenas, va a tener que sacar eso que acompaña a la suerte de los Campeones en Portimao. Algo que ya hemos visto en otras ocasiones esta temporada, por cierto, y que Tony Arbolino enseñó y de qué manera en Cheste. Fantástico el italiano, tenía más y mejor que Albert y está demostrando que prefiere perder luchando, ojo que está a sólo 11 puntos, si se repitiera el resultado de Cheste 2, Arbolino se proclamaría Campeón de Moto3.




Mapping 40: lo cierto es que Hector Garzó ha demostrado en esta temporada, su primera temporada completa, más que Edgar Pons en las dos temporadas que completó en el Pons Racing o lo que haya conseguido en esta dentro del Gresini Racing. Y no quiero menospreciar al Bicampeón del CEV, pero la cacicada de sustituir a Garzó por Edgar es comparable a la patada en el culo a Rabat para colocar a Luca Marini (el de los magníficos sextos puestos) a presión y por cojones en MotoGP. ¿Qué más decir?. Que al Pons Racing le acompañe la suerte con Stefano Manzi, que debe tener muy buenos amigos (o eso o estamos ante la enésima pasividad carajillera motivo de despido de los FIM Stewards) para que ni lo hayan amonestado por lanzar patadas a 140 km/h precisamente a Garzó. Lo malos tiempos de Moto2 parecen llegar al Pons que se ve obligado a sobrevivir acogiendo a Manzi, porque yo no me creo que Sito le haya visto algo al chaval más que el apoyo de la VR46, desde luego, y volviendo a Héctor, Garzó ha demostrado más en una temporada que en las tropecientas que Manzi lleva aprendiendo en Moto2. Lo de siempre. Luego, si a Manzi se le aparece la virgen y hace un podio iremos todos a lamerle el culo escribiendo que merece una MotoGP y tal.
Héctor, make Moto2 great again.




Mapping 04: el mismo fin de semana que Jack Miller lucha por la victoria con una moto idéntica mientras hacía octavo (por motor) contra una Aprilia que ha despreciado, alguien ha decidido tomarse un declarado año sabático en 2021 y ahora anda intentando rampiñar primas a Ducati en los juzgados por los resultados que no consiguió en pista, dice querer competir pero ha (repito) despreciado una Aprilia que no debe ir tan mal y muestra evidentes visos de evolución si miramos el rendimiento global de Aleix Espargaró sobre la misma. En efecto, hablamos de Andrea Dovizioso, un piloto de estos que no entiendo, porque siendo rápido como el viento no demuestra tener compromiso con la competición (como me dan a entender lo descrito al inicio de este párrafo).
Ejemplo gratis: Dovizioso sólo ha subido una vez al podio de Phillip Island, cuando tuvo de compañero circusntancial a Álvaro Bautista, que terminó cuarto. Me admira lo rápido que son capaces de ir cualquier piloto que se dedique a esto y en la categoría o campeonato que se dedique, pero al final, «eso» que acompaña a la suerte de los campeones quizá, quizá, se llame compromiso con la competición, se llame encontrar motivos antes que culpables.
Que anda que han tardado en Yamaha (y sus pilotos) en encontrar en Lorenzo un culpable/cabeza de turco. Claro que sí, la culpa para el que no se ha subido en la moto, venga ya hombre. Y ya puestos, qué bien tendrá que hacerlo Danilo Petrucci sobre la KTM en 2021, una KTM que en voz de Pol Espargaró (vaya final de temporada guapo) señala a Brad Binder como el coco para la temporada próxima.
No olviden vitaminarse, mineralizarse ni cuidarse mucho. Nos oímos en el podcast y nos leemos tras el Gran Premio de Portugal.