Nuevos dioses vs nuevos aspirantes

MotoGP es un universo bastante endogámico y resistente al cambio, a veces basado en una entronización de sus figuras espectacularmente rápida cuyo regreso al asfalto que pisan los mecánicos es contagiosamente doloroso, lento, agónico y envuelto en un proceso que se transmite y contagia a través de las pantallas y pantallitas, haciéndonos partícipes de esa irreal agonía en la que viven sus protagonistas obligándonos a encontrar explicaciones y motivos por los que estás figuras entronizadas, estos nuevos dioses fallan. Nuevos tipos de neumáticos, adaptaciones eternas, comparaciones sobre la longitud del antebrazo, electrónica, dirección de carrera y así hasta lo que se nos ocurra para justificar que el que gana no es uno de esos nuevos dioses que el universo MotoGP ha proclamado.
De todos estos nuevos dioses encumbrdos, el único que parece haber reaccionado a la realidad del asfalto es Maverick Viñales, dicho eso sí, con la boca pequeña, pues lo vivido en el Gran Premio della Emilia Romagna no es más que la n+1 reinvindicación en pista tras una mala racha del de Roses. Si es otra más o no sólo lo dirá el futuro empezando por Montmeló, si es una reacción del piloto per se o una reacción de Yamaha «redirigiendo» el trabajo de Viñales durante los entrenos nunca lo sabremos, pero viendo que hace tan sólo unos días Viñales aludía a unos electroduendes que le cambiaban la moto justo antes de la carrera dutante 30 GGPP, me hace pensar que alguien por encima del staff técnico que Viñales pidió ha tomado cartas en el asunto para sacar a esa parte del box de un bucle que ellos mismos se habían creado quien sabe si por inexperencia en la categoría como staff o por no corregir el camino elegido por el piloto que les contrata.




MONSTER ENERGY YAMAHA MotoGP
YAMAHA
MotoGP
GP Emilia Romagna 2020 (Circuit Misano)
18-20.9.2020
photo: MICHELIN @photopsp_lukasz_swiderek
El caso es que ya no hay electroduendes, ya no hay cosas de las que no se puede hablar y ya no hay dudas sobre lo que Michelin ofrece ni, por supuesto, hay mails pidiendole al piloto que sea moderado en sus declaraciones sobre el proveedor de neumáticos, el caso es que Viñales ha reaccioando a la nueva realidad que se escapa a la voluntad de los dioses, los nuevos dioses de MotoGP.
Lo que nos empeñamos en dejar al margen de los nuevos dioses una vez entronizados es que la competición es cruel y pura comparación, cualquier argumento de nuestros dioses se pierde como lágrimas en la lluvia cuando otro piloto, otros pilotos que quizás han tenido que demostrarlo todo dos veces han conseguido, por fin, buen material: los dioses entronizados no parecen ser mejores que otros pilotos como Bagnaia o Morbidelli, que Oliveira o Binder. Ningún argumento es válido, ninguna falta de adaptación es válida desde el momento que otro, con tus armas, gestiona mejor que tú o muestra mayor potencial. Y ser el más rápido no es ser el mejor, estamos harto de verlo.
Hablo de Viñales, al que esta semana se lo perdonamos todo, pero también hablo de Fabio Quartararo y Andrea Dovizioso, los dos grandes ejemplos de nuevos dioses que no aguantas el empuje de los nuevos aspirantes, dioses entronizados rápidamente que prentenden compartir con la afición un sufrimiento que esconde la realidad, y la realidad es que no están a la altura de sus tronos mientras no acepten que las reglas y materiales son homogéneos al de los nuevos aspirantes que , lejos de poder quejarse y buscar argumentos negativos deben demostrar que no se quejan para llegar a un equipo de fábrica.
Fabio Quartararo reclama para sí el derecho a equivocarse justo en el momento que tiene que refrendar su liderato (en el anterior Gran Premio ya se descartó por el título escudándose en Yamaha) A Misano llegó diciendo que su moto no funciona y volverán atrás en lo técnico en Montmeló, es decir, mientras que Morbidelli deseó la moto del victorioso Fabio en Jerez, Quartararo desea la moto del renacido Morbidelli en Misano. Mientras tanto, el nuevo Dios francés va mostrando más y más grietas en su coraza, esta vez diciendo que no le llegó el warning de Dirección de Carrera por exceder la pista y, esto es lo que no dijo en su enfado, necesitar exceder los límites de pista en la lucha mostrando que la presión y la inexperiencia no sólo está, sino que se la sigue esperando. A día de hoy, es el claro ejemplo de piloto talentoso que llega a MotoGP por contratos, por prisa, por clausúlas raras al que luchar por el Mundial le viene grande.




En el caso de Andrea Dovizioso ahora podemos entender por qué no es piedra angular de Ducati, porque ni sabe ni parece querer aprovechar la ventaja de ser piloto en equipo de fábrica, algo que Dall’Igna comprendió definitivamente en Australia 2018, cuando Digo consiguió un mejor resultado en Philip Island no luchando por la victoria, sino luchando con Bautista (en la esfera Ducati) que sustituía al lesionado Lorenzo (ya en la esfera Honda).
Dovi, un nuevo dios de MotoGP gracias a no ganar un Mundial contra Marc, parece haber marcado su objetivo en ser la mejor Ducati disfrazándolo de lucha por el Mundial sin luchar por él. Ahora excusamos a Dovi (repitiendo sus palabras) con los nuevos neumáticos, pero desde dentro de Ducati Dall’Igna tuvo la sensación de que Dovi podría dar más y Bagnaia le está dando la razón. Será difícil adaptarse a las nuevas gomas, no lo dudo, pero otros fuertes frenadores como Viñales o Miller están siendo más rápidos que él.
La comparación, la maldita comparación.




Mir ha sumado 17,25 puntos de promedio en los cuatro últimos Grandes Premios, una constancia que ningún dios, ni nuevo ni viejo ha podido igualar.. Bagnaia suma 14,5 puntos de promedio en las carreras que ha terminado. Dovizioso lidera con un promedio de 12 puntos por carrera y un montón de explicaciones de por qué no ganará el Mundial de este año: os lo digo yo, porque no se adapta a las nuevas condiciones, y si no se adapta, no se quiere ser piloto de fábrica para nada cuando otro sí se adapta y te deja con el culo al aire…. Este Mundial no está siendo igualado, este Mundial nos está regalando mediocridad y excusas en una tabla que sólo las pájaras de Suzuki y la lesión de Bagnaia han hecho de Dovizioso líder. Quizá en adelante, ojalá el ecuador de este campeonato nos traiga pilotos cuyo objetivo es ganar en MotoGP y no estar en MotoGP, una renovación que nadie esperaba y que cuesta asumir por los nombres que se nos están cayendo escudándose en que «todo es muy raro».